Saturday, September 27, 2014

A las cuatro de la tarde




 
 

A las cuatro de la tarde, llega  la mariposa.  Exactamente a las cuatro.   Ni un minuto más, ni un minuto menos.

Se para frente a la casa, de espaldas a la fuente de luz, con las hermosas alas extendidas.  Los dos enormes ojos negros en sus alas,  dos túneles por donde parece posible penetrar en otros mundos, lejanos, inaccesibles de otro modo.

Su sombra se proyecta sobre la casa de ladrillos azules, casi cubriéndola por completo.

Se sacude un poco  y de su cuerpo dorado saltan miles chispas de fuego que caen con un chisporrotear en el suelo reseco y cuarteado que ahora cubre casi todo lo que se puede ver a la distancia.
 

Los dos elementos que habitan la casa, se detienen un momento en sus cavilaciones y se asoman cada uno por una de las ventanas frontales de la casa.
 

A lo lejos, la fuente de luz se opaca dentro de su envase de cristal tallado y una coloración rojiza se   posesiona del horizonte, seguida por la grisácea blancura  que denota la llegada del cometa.
 

_ Abre la puerta y pregúntale qué quiere_ se expresa un elemento, sin voz, porque todavía no se inventa.  No se sabe si la voz o el elemento.

El otro elemento hace un gesto que podría significar  una rotunda negativa.

Qué quieres decir? _ señala el primer elemento, con un gesto ambiguo, hacia el signo de interrogación que ahora se balancea  sobre algo que parece una superficie algodonada, de dimensiones  irregulares y  aspecto un poco selvático.
 

El otro se elemento se expande y recoge en una milésima de segundo.  Solo una idea. Todavía no se inventa el tiempo. Rrrrrrrrrrrrrrr,  murmura en  ondas asimétricas  pulsatorias y la casa se llena de agujas.

El primer elemento se esparce apresuradamente por  la casa  recolectando  vasijas  para recoger los peces y el agua que salen como cohetes de las múltiples aperturas que causan las agujas.  El vapor se comienza a acumular  en los alrededores del primer elemento, causando una congregación de pequeños cúmulos congestos dentro de cúmulos congestos.

 Nada se  puede  hacer.

 Así son las cosas. 

Siempre así.  

Andrómeda recién comienza  a extender sus finos tentáculos de arena cósmica y su danza maquiavélica  va  revelando  puertas y mas puertas.  Unas angostas.  Otras parecidas a  calendarios.

Cada vez más, su centro  se asemejaba al ombligo de un caballo.
 

Los dos elementos van  de un lado al otro de Andrómeda,  tratando de  batallar  la fuerza  que los impulsa a repartir  migajas de galletas que llevan en los paneles  apenas entreabiertos de sus  recién adquiridas habilidades de artesanos.
 

La mariposa, quieta, emite un sonido, el  primer sonido que los elementos  pueden  oir . 

Clak- clak

Los dos elementos se vuelven a asomar por las ventanas de la casa de ladrillos azules.

-Clak-Clak- repite un elemento

-Clak-Clak- contesta la mariposa.

 Quieta.

 Detrás,  la línea inexistente del horizonte  fluye en un movimiento envolvente de aceite sobre  charcos de agua. 

 El cometa se aproxima. 

Ah!  El segundo elemento reprime toda su  materia  en un círculo  xenofóbico y vuelve a su lugar al otro lado de la montaña de vientos  en reparación.
 

Oh! El primer elemento abre  su catálogo de cosas disparejas y aberraciones confluyentes y consulta la guía para  creaciones aparecidas de la nada.
Nada.
 

Eh?  Andrómeda parece estar en necesidad de una mano de pintura.  Se descascarilla muy fácilmente.  Un par de soles y planetas ruedan  hacia un lado. El primer elemento baja  al  nivel de agitaciones  de los nexos causatorios,  de veleidades  impunes y  principios exterminados.    Allí está el problema.
 

Iiiiiihhhhh! zumban y truenan  silenciosamente varios zenexitecos, ocupando un lugar estéril y compungidamente vacío, al  lado del numero 01.  De atrás, de muy atrás, tan atrás que ya casi alcanza la puerta de entrada, surge un vendaval de risas.

El  primer elemento estira  la parte media del asunto  y se  hace pasar por un vendedor ambulante de objetos de Segunda clase.
 

La mariposa estira una pata  y mas chispas chisporrotean en el suelo agrietado, frente a la casa de ladrillos azules.
 

Ahora el cometa llena casi todo  el hueco, de canto a canto,
con su capa de  mar. 

Uh?
 
 
La Canelo - Dallas, TX - September 27, 2014

 

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