Monday, January 24, 2011
Dim Sum
Ayer me dije, mañana voy a comenzar mi dieta. Luego en el día, Sandri me llama y me pregunta si quiero ir a comer dim sum. Mi primer pensamiento fue el de decirle que no podía porque ya había hecho el compromiso de comenzar mi dieta. Mas, no tuve que pensarlo mucho, la visión del carrito del dim sum o "pequeños platos" se puso en primera fila en mi mente, con todos esas delicias de la cocina china bailando ante mis ojos. Mis papilas gustativas comenzaron a salivar frenéticamente y casi enseguida me encontré contestando, claro que sí, vamos, vamos.
Inmediatamente cayó de no sé donde un bloque pesado sobre mis mejores intenciones de comenzar mi dieta y durante todo el día me entretuve pensando y haciendo cosas que me apartaran del vergonzoso pensamiento de que no soy capaz de mantener los compromisos que hago conmigo misma.
Qué horror! Pero éste ha sido mi talón de Aquiles por mucho tiempo.
He aprendido que hacer un compromiso consigo mismo y cumplirlo es una de las cosas más importante en el camino espiritual.
Inmediatamente de haber sellado con el pensamiento la intención de cumplir con algo, comienza una gran batalla entre dos grandes potencias. La primera potencia ya está establecida dentro nuestro y rige como soberano indiscutible en todos los asuntos que tengan que ver con el cuerpo y la mente inferior. La segunda potencia, la que desea establecerse, rige sobre nuestro Yo Superior y sobre nuestra alma. Es el llamado Reino del Cielo.
Estos dos reinos deberían coexistir en paz y armonía, para que verdaderamente vivamos en el Reino del cielo aquí en la tierra.
Lo que sucede es que mientras no tomemos control de nuestro destino y conscientemente establezcamos el reino del cielo a la par del reino de la mente, éste último reino, en su aspecto inferior, tiene supremacía y dominio sobre nosotros, y va a luchar desesperadamente por no perder ni un centímetro de territorio.
El reino del cielo existe dentro de nuestro corazón, en un estado de hibernación por asi decir, en una paciente espera a que le hagamos un espacio en donde establecerse.
Aquí quiero hacer una aclaración sobre el reino de la Mente .
En una persona que no ha abierto los ojos a la verdad, el reino de la mente inferior ocupa todo el espacio en donde habitamos y por el momento está regido con mano de hierro por un Dictador. Su verdadero Rey, la Mente Superior está secuestrado actualmente, en espera de que este Dictador sea depuesto para volver a su trono de Gloria.
Mientras que al Dictador le encanta vociferar y dar muestras de poderío en todo lo que pueda meterle la mano, la Reina del Reino del Alma o Reino del cielo, o Yo Superior, como también se le puede llamar, tiene una voz tan sutil, tan quedita, que es inaudible para aquellos que no se han tomado la molestia de hacer crecer dentro de ellos las cualidades necesarias para que este reino se establezca. Para los que trabajan en su mejoramiento espiritual, esta vocecita es audible aunque al principio hay que acallar todo lo que está a nuestro alrededor para poder oírle. Al final, es la reina del Reino del Alma o Cielo o el Yo Superior el que verdaderamente va a darnos la mano en todo lo que hagamos que sea beneficioso para nosotros y por ende para los que nos rodean.
Tengo que admitir que la primera batalla en mi decisión de bajar de peso y comenzar una vida mucho mas saludable, la he perdido.
Al escoger un proyecto, ya sea cambiar aspectos negativos de nuestra personalidad o remodelar el baño, debemos tomar la decisión de llevarlo a su fin. Inmediatamente la meta se convierte en un juego virtual, por así decir. Nosotros sabemos de antemano cuál es el grado de dificultad que este juego representa, cuáles son nuestras habilidades para jugarlo, asi también sabemos que habrán obstáculos que vencer, monstruos que matar, enemigos que vencer, pero también habrá ayuda en el camino, armas escondidas que tenemos que encontrar, personajes que aparecerán para darnos indicaciones.
Lo peor de todo es el enemigo mayor, el cual es el más difícil de vencer. El Dictador. Difícil pero no imposible. Si no lo vencemos, tenemos que empezar otra vez, de cero.
Bajar de peso parece una cosa sencilla, lo mismo que dejar de fumar. Solo hay que comer poco y tener la voluntad de dejar el cigarillo. Fácil? Muy lejos de la realidad.
Me he dado cuenta de que las veces que estoy determinada a bajar de peso, las invitaciones a fiestas, salir a comer, pasteles, viandas, aparecen en mi casa como por arte de magia. Uno detrás del otro. Y yo voy diciendo no y no, hasta que caigo. Todo esto no es más que un espejismo creado por mí misma, porque deliberadamente me estoy saboteando. El espacio que me he creado alrededor mío, con mis libritas de más es confortable y no quiero abandonarlo. Es esto cierto? No. Porque yo sé que perder peso es lo mejor para mi salud. Pero la mente insiste en indicarme las ventajas de quedarme en el mismo sitio.
Porque la mente inferior tiene agendas escondidas, planes, subterfugios, ya ha establecido sus rutinas, sus miedos, sus fracasos, no le interesa crecer, para qué, ya ella lo sabe todo, solo sabe predecir calamidades, no le interesa ver nada positivo en lo que le rodea y lo que menos quiere es que yo pierda peso.
Y ahora viene Sandra a querer perder peso. Porqué? Así está bien. Así no se siente bien con ella misma y podemos seguir jugando el juego de “low self esteem”; si no se siente bien con ella misma, no puede elevar el pensamiento a ideas creativas, no puede contactar con la divinidad dentro de ella- musita el Dictador para sí, temblando de miedo ante la perspectiva de una Sandra confiada, echando por la borda todos sus esquemas de control y principalmente entronizando su aspecto Superior, en este juego se juega la vida.
El Dictador no está dispuesto a ceder ni un centímetro de su territorio.
Lo que tenemos que entender es que una vida controlada por la mente inferior es una vida totalmente descontrolada. Cuando decidimos tomar control de nuestra vida, le vamos a quitar poder a este Dictador.
La vida no se trata de quién controla a quién. La vida se disfruta en el corazón y se vive como venga, sin tener que andar maquinando nada mentalmente.
Y la mente se utiliza en sus altos niveles de Creatividad y Razonamiento.
Todo esto es parte de mi experiencia personal.. Ya he pasado por esto cuando he querido deshacerme de aspectos de mi personalidad que no necesito, como egoísmos, envidias, celos, especialmente celos, porque era una persona bastante celosa, hasta que enfrenté al Dictador y le dije, sabes qué? I don’t need your advices. Sé quién soy y donde estoy parada en esta situación.
No ha sido fácil, pero me he fabricado ayudas. Por mucho tiempo estuve dándole duro a todos los pensamientos negativos que me llegaran a la mente que me podrían desviar de mi meta, utilizando un martillo e imaginándome estos pensamientos como aerolitos cayendo sobre mí. Tan pronto los veía venir, los desbarataba con mi martillo, inmediatamente afirmaba mi nueva cualidad, (confianza) y me dejaban tranquila por un tiempo, hasta que llegó el momento en que me vi libre de ellos y aprendí a tener confianza en la humanidad.
Y como por arte de magia, todos mis temores desaparecieron.
Así es como funciona, al menos para mí.
1.- Primero se analizan cuáles de nuestros comportamientos nos está causando sufrimiento. Digamos que ya nos hemos dado cuenta de que la mayoría de nuestros problemas se deben al mal carácter que tenemos y hemos decidido añadirle un toque de dulzura al mismo.
2.- Debemos tener una imagen del resultado final del asunto. (ejemplo: visualizamos que estamos en una fiesta con todas las personas con las que hemos tenido problemas debido a “nuestro” mal carácter y en esta fiesta todo el mundo se nos acerca para darnos alabanzar por el cambio absoluto de carácter.
3.- Debemos hacer un compromiso con nosotros mismos de cambiar, a todo lugar.
Inmediatamente que hacemos este compromiso estaremos “bajo ataque”; vendrán situaciones en donde tendremos que probar que tenemos buen carácter. Para ayudarnos en esta difícil tarea, tenemos que tener una herramienta a mano, un martillo, un bate, etc. Inmediatamente que hemos destruído el pensamiento que viene a recordarnos que tenemos mal carácter, debemos afirmar nuestra nueva cualidad de ser agradables.
4.- Debemos comenzar a practicar desde el día No. 1 a ser personas de buen carácter. Tal vez una media sonrisa el primer día. Luego podríamos sorprender a los que nos rodean con una actitud que ellos no se esperan y disfrutar de nuestro pequeño acto.
Y así se puede utilizar este sistema para cualquier situación dentro de nosotros mismos que deseemos cambiar. Y le habremos quitado bastante poder al Dictador y habremos abierto una puerta hacia nuestro Yo Superior, dandole la oportunidad de que se manifieste en nuestras vidas con todo lo que eso implica.
El dim sum estaba delicioso, aunque tengo que declarar que me pude controlar y comí solamente la mitad de las porciones que usualmente estoy acostumbrada a comer.
Madame
Dallas, TX, January 24, 2011
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