Tuesday, February 1, 2011

Brrrr!



Qué frío!! Le añado dos signos de interrogación a la expresión para que quede claro que hace frío de verdad.


Si, si, yo se que por allá por Islandia, Finlandia y todas las andias hace muchísimo más frío. Si yo viviera por allá seguro que estaría hablando de cualquier otra cosa menos del clima. Por lo general se habla de las cosas que nos impresionan. Pero da la casualidad de que yo vivo en Dallas y aquí no estamos acostumbrados a temperaturas tan bajas como las que están ocurriendo últimamente.

Lo cierto es que estoy disfrutando del clima, a mi manera. Una tacita de chocolate bien calientito, una buena manta y un buena película es todo lo que necesito por ahora. Hugo se me adelantó y ya está enroscado en el sofá, como un gato.

Yo que estaba esperando que Penelope viniera a visitarme esta semana, pero no se puede andar por las carreteras porque están congeladas. Ya tenía todo listo para hacerle su arroz con leche, por lo de su primer dientito. Bueno, tendré que esperar pacientemente, porque a mí no me gusta salir a manejar cuando las calles están congeladas.

En cada invierno aquí en Dallas, tenemos una o dos heladas. No es lo mismo que caiga nieve a que caiga agua y se congele en el piso. A eso le llaman “freezing rain”.

La primera vez que me tocó manejar en una carretera congelada, me encontraba trabajando en el Down Town de Dallas. Había salido temprano en la mañana, cuando comenzó a caer la lluvia. Al regreso de mi trabajo, la mayoría de las calles estaban congeladas. Hugo me llama al trabajo y me pregunta si yo sabía manejar bajo esas condiciones.

A lo que yo le contesté: Si, tengo bastante experiencia , eso debe ser lo mismo que manejar por una carretera de asfalto mojada por la lluvia, con las llantas del carro totalmente lisas. O, eso fue lo que me pasó por la mente en ese momento.

“Solo tienes que ir muy despacito y cuando el carro se comienza a resbalar en el hielo, tienes que mover el timón hacia el lado contrario de donde el carro se está dirigiendo, o sea, si el carro se desliza hacia la izquierda, mueves el timón a la derecha y viceversa, para que tengas un poco de control sobre el mismo”.

Bueno, pensé yo, no suena tan difícil.

De más está decirles que me demoré en llegar a la casa más de dos horas de lo habitual, pero yo estaba contenta porque todo había ido bien hasta el momento. Hasta que me toca enfilar hacia donde se encontraba nuestro apartamento.

Lo que no me había pasado por la mente todavía, porque me encontraba concentrada en el manejo, era que la calle que tenía que tomar para llegar a mi apartamento, era una calle a nivel, pero justo antes de llegar a la esquina donde yo tenía que doblar a la derecha, comenzaba a descender en una bajada que se extendía varios cientos de metros.

Solo pude pensar en esto cuando ya me acercaba a la bajada. Con el corazón acelerado en el pecho, traté de mantener la velocidad del auto como a medio kilómetro por hora. Cuando me tocó el momento de doblar a la derecha, noto horrorizada que el carro se comienza a deslizar hacia la bajada. En ese momento aplico los frenos y ellos se comenzaron a reir de mí con amplias carcajadas, pues el carro seguía deslizándose, ahora comenzando a tomar velocidad. Yo comenzé a mover el timón hacia la derecha y también se ríe de mi, como diciéndome, no seas necia, no ves que no hay nada que hacer? Disfruta el paseo.

La verdad es que no había manera de detener el carro, parecía que íbamos en patines. Yo solté las manos del timón, quité el pie del freno y me dije, Bueno, Dios, aquí vamos, que sea lo que Tú quieras. El carro se me fue deslizando hasta el otro lado de la calle y luego de unos segundos, el borde de la acera nos detuvo. Tuve suerte de no caer en una zanja al lado de la carretera y de que no viniera ningún carro del otro lado.

No se puede hacer nada cuando la carretera está congelada. Simplemente no hay fricción para las llantas.

En lo que a mi respecta, no quiero volver a verme envuelta en una situación como esa, por lo tanto me quedaré quietecita en mi casita cuando las calles estén congeladas.