tiempo sin nombre
sin padre ni madre
parido de si mismo
engendrado en piedra
y fuego, en sal
en el verbo primero
tiempo verdadero
rendija apenas
en medio de los mundos
tiempo que es sueño
sueño que es tiempo
en sí
y a la vez
excusa de ser
inexorable
sin pasado, presente o futuro
vacío de espera irreversible
compatible
con todo aquello que el Universo
ignora
tiempo ahora
absurdo y a la vez cargado
de toda posibilidad
contrariedad, enigma, paradoja
sutilezas y absurdas ironías
tiempo aquí, después, allá y más allá
tiempo entre tiempos
sin tiempo y a la vez medido
liviano en su pasar sin conducir
a ningún lado
tiempo estático, sacrílego
donde todo parece ser y nada es
lo que parece
matriz de todo
oscuro
en su luz pecaminosa
pesado
en su caída de manzana
carcomida
tiempo ajeno a lo que diga
el dueño de su propio desatino
único actor de su tragicomedia
indiferente a súplicas
mortal
al embeleso del tirano
tiempo ufano en su carrera
contra el tiempo
perverso entre comillas
no subyugado al vaivén , a las olas
de mares incomprendidos
tiempo asido
al vínculo
entre cielo y tierra
a la estática lumbrera, la de
siempre
la que alumbra detrás de todo lo
conocido y quieto
tiempo en guerra en contra
de
molinos de tiempo, de piedra antigua y lisa
donde moler estrellas y escupir desazones
es cosa de todos los días
tiempo absurdo
y jocoso
escondido
detrás de las cortinas
del teatro de la vida cotidiana
un tiempo así
es pera
o manzana
o serpiente
o luz.
“Aquietáos y conoced
Yo Soy Uno”.
Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX February 26, 2013