Thursday, March 31, 2011

Mi Jardín

Esto es lo que el invierno me ha dejado. Una desolación! Lo que apenas hace un par de meses fuera un jardín lleno de vida, ahora no es más que un montón de hierbas secas. Tanto trabajar para disfrutar el jardín por tan poco tiempo y luego viene el crudo invierno y puaffff, con una sola pasada de su mano fría todo se va a la porra.


Todos los años es la misma historia.

Tengo algo que aprender ante este espectáculo?

Por supuesto que sí! Creo que el paso del invierno tiene mucho que enseñarnos.

Cada vez que me pongo a trabajar en el jardín, me acuerdo de una película bastante vieja, Been There protagonizada por Peter Sellers y basada en un famoso libro en aquel entonces, Desde el Jardín.

En esta película Peters Sellers juega el papel de un hombre medio tonto que no sabe ni leer ni escribir. Aparentemente ha vivido toda su vida en la casa de un millonario donde es el jardinero. El nunca ha salido de los confines de la residencia y solo conoce del mundo por medio de la televisión . El millonario muere y no deja ninguna provisión para Chance ( así es su nombre) asi que de la noche a la mañana, se ve en la calle.

Como todo lo que posee ( ropas, maletas y articulos de segunda mano que pertenecieran a el millonario) es de primera calidad, a simple vista el aparenta ser un hombre venido a bien. Para hacer el cuento corto, al intentar cruzar la calle, es atropellado por una dama muy rica, la cual lo lleva a su casa para que se recupere,  pues ella lo ha confundido con un hombre de  buena posicion social.  El esposo de la dama es un hombre muy conocido, perteneciente a una familia prominentemente política. Cuando ellos comienza a tener conversaciones políticas con Chance, él cree que estan hablando de su jardín, por lo que todas sus respuestas son analogías inspiradas por su observación mientras trabajaba en el jardín, pero sus respuestas se acoplan tan bien a las preguntas políticas ( o así lo quieren creer sus interlocutores) que pronto adquiere notoriedad como una especie de filósofo político, a tal punto de que es considerado para Presidente de los Estados Unidos. (no wonder)

Yo, como Chance, he tenido bastante tiempo para sentarme y observar mi jardín y créanme, lo que se aprende no tiene precio.

Todo, absolutamente todo lo que Madre Naturaleza hace, cumple un propósito definido y positivo.

Una de las tantas cosas que he notado, por ejemplo, tiene lugar en el otoño, sin fallar. Las últimas lluvias vienen acompañadas de fuertes vientos, cuya misión es arrancar todas las hojas secas de los árboles y depositarlas en el suelo, en donde actuarán como fertilizante para las plantas que vendrán en la primavera. Luego quedan los árboles desnudos, en espera del invierno y listos a su vez para las radiantes hojas nuevas con que se vestirán tan pronto llegue la primavera.

Así es el proceso del renacimiento. Si queremos ser renovados en el Espíritu, tendremos que pasar por la vorágine de los vientos del cambio, que nos van a arrancar todas las hojas del error, incluida la hoja de parra, para luego enfrentarnos con el frío invernal del que ve perder todo aquello que valora y que no es más que pura ilusión. Luego, así desnudos, transformados, nos haremos merecedores de nuestras radiantes hojas, nuestro maravilloso vestido de luz. Luego entonces verdaderamente estaremos habitando en el Reino de Dios.

Pero volviendo al jardín, es trabajo el que nos espera. A Hugo siempre le toca la parte más dura; yo por mi parte, ayudo en la planificación, limpieza en menor escala y en plantar y mantener el jardín limpio y ordenado.

Este año hemos decidido plantar la mayor cantidad de vegetales que podamos. Solo pondremos flores en canastas y una que otra, aquí y allá.