Una
noche cualquiera
una
de esas noches en que las voces parecen acallarse
Y
en el reloj las horas parecen detenerse
me vi súbitamente transportado en un rayo de luz iridiscente
a
las fronteras más lejanas de mi mente.
Enceguecido
perdí control de todos mis sentidos
y
lo que en un momento una persona fuera
se
convirtió en un ser desconocido
que
me miraba sin ojos y me hablaba
desde
el fondo de un pozo interminable
palabras
sin sonido
incandescentes
como
hierro forjado al rojo vivo
Yo
no se
si
todavía yo era yo o simplemente
ya
había perdido identidad o si mi mente
deseosa
de
jugar al gato y al ratón me amedrentaba
con
una irónica charada, mezcla del sí del no de lo posible
yo
solo sé que un algo adentro mío tornábase
irascible
mientras
que en otro lado del ese desconocido territorio, el otro yo se deshacía
en
llanto silencioso, en tímido desvelo, en tierno sufrimiento
hasta
que no hubo parte que yo reconociera como mía
si
es que alguna vez yo hubiera pretendido
reconocer
un algo tan irreconocible
como
la vastedad que diariamente suele manifestarse
en
nombre mío, aún sin mi permiso
yo
solo sé que nada yo sabía
hasta
que un estallido en el centro de mi esfera
en
mil pedazos resquebrajó la vana incertidumbre
del
ser no-ser del ente dividido
y
solo me quedé
en
medio de un silencio tan profundo
en
medio de una oscuridad apabullante
mas
solo son palabras las que escribo
no
tienen validez
no tienen crédito
mas así fue que comencé de nuevo
a
recrear este universo diariamente
los
mismos paisajes
los mismos personajes
porqué
cambiar un algo tan
perfecto?