Thursday, July 4, 2013

Poema No. 34


 
 

 
La tristeza pasó ayer por mi casa
vio la puerta abierta, entró como ladrona
y se escondió tras las cortinas de la sala.
Pero yo me di cuenta que había llegado
pues las flores en el jarrón se marchitaron
inmediatamente
el tic tac del reloj se hizo más lento
y la casa se llenó de sombras
inexplicablemente.
Noté que había dejado sus valijas en  la entrada
quise moverlas
pero estaban muy pesadas.
De pronto un movimiento
detrás de las cortinas
me hizo saber que allí se hallaba.
Yo le dije -lo siento
no te puedes quedar
tendrás que ir a otra parte
no tengo dónde hospedarte
todos los cuartos de esta casa
ya están ocupados.
Ella me miró con ojos tan helados
que me hizo estremecer
y sin yo esperarlo
se puso a llorar.
Eran tan lastimosos sus lamentos
que la invite a quedar
solo por un momento.
Ella se sonrió muy tristemente
sus faldas largas empapadas
por las lágrimas
que caían en torrentes.
Se sentó en el sofá
yo me senté a su lado
y así me dijo  amargamente:
-estoy cansada de vagar
entro a las casas con las puertas abiertas
pues sé que allí me esperan
con la esperanza de poder contar mi historia
pues  yo soy la que abre las puertas de la Gloria
pero es en vano
nadie me escucha
solo quieren sentir mi abrazo
y que  yo les escuche.
Todo el mundo
tarde o temprano me rechaza
me cierran las puertas de sus casas.
Yo me sentí tan triste
de verla allí sentada
de escuchar sus lamentos
que le dije:
-no te preocupes, te puedes quedar
pero solo por un momento
quiero tu historia oír-
La llevé de la mano a la cocina
la senté en un rincón cálido y quieto
le preparé un delicioso té de manzanilla
para los nervios, por supuesto
y le di una galletas de vainilla
con limón
muy pronto estaba lista
para la conversación.
Y así empezó:
"yo fui concebida cuando Lucifer abandonó
la casa de mis Padres y vine a este mundo
cuando las puertas del Paraíso se cerraron…"
y las horas pasaron
mas yo no me di cuenta
yo nunca me hubiera imaginado
que la tristeza fuera tan entretenida!
A un lado de la mesa
los kleeneks se apilaban
fueron tantas las lágrimas vertidas!
Cuando ella terminó su historia
yo estaba envuelta en una nube de euforia
y pesadumbre a la vez.
Ella me dijo -gracias
por escuchar este relato
gracias por el té
y las galletitas
gracias por este cálido
rincón en tu cocina
Dios te bendiga…
La acompañé a la puerta
y allí le di un abrazo
ella se sonrió -le dije:
-vuelve cuando quieras
yo te estaré esperando
pero avisa de antemano tu llegada
así yo tendré tiempo
de irte preparando
el delicioso té de manzanilla
y tus galletas de vainilla
con limón.
Ella tomó mis manos
con ojos preñados de emoción
me dijo adiós
y se fue a otro lado
con sus valijas pesadas
y sus faldas largas y empapadas.
Entre mis manos
sentí el objeto que me había entregado: 
Una llave dorada!!
 
 
 
Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX July 4th, 2013