miras y miras
en la distancia el farol te indica
luz verde
paras un momento confundido
el camino pasa
te quedas clavado en herejía
en ciego clamor ciego
apresuras el paso
a veces es mejor echar los ases fuera de los bolsillos
(pesan las ataduras)
atrás
solo bancas en el parque solitario
cierto acento
cadencioso acento
gesto despacioso
imprime
un místico deseo a tu estatura
debes echarlo todo por la borda
frotas
el arco ante ti, su brillo
impecable
anuncia todo compromiso
acaricias
el emblema que enuncia tu puesto
en este mundo
rechazar
lo ignoto por la ignominiosa, la burda
brusquedad de lo cierto aunque no comprobado
eso es pescar en río revuelto.
sigues
es luz colores, cambia el disco, sientes
ese desasosiego que siempre te persigue
viejas catacumbas llenas del polvo de los siglos
pasas
por un leve momento de angustia
urge decirte que mires y mires
ahora en el tablero
todo se manifiesta
cambian
las luces, giran los astros
en su sitio
los cascos centellean sobre la plata del camino
giras
en tu asiento de cuerda
recuerda ahora
debes ponerte la camisa al revés
no tienes que ser pasto
península marcada
o callejuela zigzagueante
para el justo, solo un sello en la frente
asumes
siempre es una palabra que vierte sus aguas
en el mar del olvido
siempre
es un pedazo de negro
marcado de ceniza
miras y miras
basta!
lo perpetrado permanece en el acto
no así en la consecuencia
la intención: camino consecuente
inconsistencia es tu ración diaria
alzas
la mano para voltear
buscas detener al viejo amigo, al inquilino
en horas te lleva delantera
no mires más.
Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX Oct. 20, 2012