Wednesday, February 27, 2013

Poema No. 222


 
 

En un  principio  era el Verbo
Creador y ejecutor.
Absoluto
soberano de letras   en su puño
 recogidas.
Un sonido de aguas se destila 
entre la vastedad  de sombras
Sedoso, abre  un  camino:
La vía
donde todo se congrega.
Gota a gota
 se vierte el sueño  en su propio
ensueño, se envuelve
entre vueltas y virajes, en su manto
de estrellas.
Surge la Voz
 no hay nadie para oírle.
Calla la Voz,  se sume
en un pozo  sin fondo
en esa oscuridad espera
todo oídos.
Se abre la puerta
una rendija apenas .
Se desliza una gota
cae con un sonido de aguas
sobre la esfera.
Vibra la soledad en esa oscuridad.
Vibra  la Voz .
Del filamento de luz que le compone
surge una estrella
alumbra el infinito, la primera
 no hay nadie para verle.
Vuelve la tersa oscuridad
el sueño continúa,  mas sin embargo
un algo cuelga en el vacío
 una oquedad  húmeda y palpitante
 cueva de humo y parapetos resonantes
cubierta de frases y palabras pensadas
nunca escritas
 el monstruo dormita en su centro
espera su momento.
Espera su momento.
A la hora convenida
 ante el signo dueño y señor
del planisferio
 de la concavidad establecida
surge la Voz.
El círculo reinante es un espejo
refleja  la idea preconcebida
en su negro agujero.
El leviatán despierta
la Voz  grita
“Hágase la Luz”.
 
 
 
Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX February 27th, 2013

 

 

Tuesday, February 26, 2013

Poema No. 226


 

 

 

 tiempo sin nombre
sin padre ni madre
parido de si mismo
engendrado en piedra
y fuego, en  sal
 en el  verbo primero
tiempo verdadero
 rendija apenas
en medio de los mundos
tiempo que es sueño
 sueño que es  tiempo 
 en sí  y  a la vez
excusa de ser
inexorable
sin pasado, presente o futuro
vacío de espera  irreversible
compatible
con todo aquello que el Universo ignora
 tiempo ahora
absurdo y  a la vez cargado
de toda   posibilidad
contrariedad, enigma, paradoja
sutilezas y absurdas ironías
tiempo  aquí, después, allá y más allá
tiempo entre  tiempos
sin tiempo y a la vez medido
liviano en su pasar sin conducir
a ningún lado
tiempo estático, sacrílego
donde todo parece ser y nada es
lo que parece
matriz de todo
oscuro
en su luz pecaminosa
pesado
en su caída de manzana
carcomida
tiempo ajeno a lo que diga
el dueño de su propio desatino
único actor de su tragicomedia
indiferente a súplicas
mortal 
al embeleso del tirano
 tiempo ufano en su carrera
contra el tiempo
perverso entre comillas
no subyugado al vaivén , a las olas
de mares incomprendidos
 tiempo asido  al vínculo
entre cielo y tierra
a la estática lumbrera, la de siempre
la que alumbra detrás de todo lo conocido y quieto
 tiempo en guerra en contra
de  molinos de tiempo, de piedra antigua y lisa
donde moler estrellas  y escupir desazones
es cosa de todos los días
tiempo absurdo
y jocoso
escondido
detrás de las cortinas
del teatro  de la vida cotidiana
un tiempo así
es pera
o manzana
o serpiente
o luz.  
“Aquietáos y conoced
 Yo Soy Uno”.
 
 
 
Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX  February 26, 2013

 

 

 

 

 

 

 

Thursday, February 7, 2013

Uno



Uno
se sienta un día y analiza
el fondo de las cosas
en los asuntos cotidianos.

Uno
de pronto realiza
 que la costumbre lo consume y el desván
esta colmado de cosas innombrables
solo porque:

Uno
se olvida de usar
los nombres verdaderos.

Uno
guarda en sí mismo las palabras
por no gastar saliva.
Así, pierde
el sentido de las cosas.

Uno
se acuerda a veces de sí mismo
y sabe que es preciso
que encuentre lo perdido.

Uno
decide que ya es hora
de hacer valer el don divino.
Así, se impone
a la costumbre de los asuntos
cotidianos
en un afán de conquistar
el reino de las cosas.

Uno
piensa que todo lo ha resuelto
se aventura lleno de coraje
tratando de cruzar
el mar
de impedimentos
que
Uno
se ha impuesto.

Uno
se dá cuenta
que no ha resuelto nada
cuando las olas lo devuelven
a la playa de donde
Uno
ha partido.

Uno
se siente derrotado
se atrinchera
para poner distancia entre los enemigos
que proliferan cada día.
Así, siguen
las cosas
sin tener ningún sentido.

Uno
se cansa de luchar
se abandona en el dolor
y la amargura de la incertidumbre.

Uno
     cierra los ojos y concluye:
     las cosas en realidad
     son sordas, mudas
     no ven, no sienten
     ni siquiera pueden
     oler
     el humo 
     que sube de la tierra ennegrecida
las cosas
     solo buscan separar lo inseparable

y Yo?
Aquí, en mi rincón
observándolo todo
con una sonrisa entre mis labios.
 


Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX February 6th, 2013