Sabes qué me gusta
de ti y de mí?
Que somos
perfectos.
Como Adán y Eva...
Hay tanta
perfección
en nuestros actos
como cuando te ofrezco
el fruto prohibido
sabiendo que en ti no hay razón
para el rechazo.
Tú eres
perfecto
cuando pones sobre mis hombros
todo el peso de una culpa
disfrutada
y compartida.
Y, así,
juntos
asidos de la mano
en un acto de suprema
perfección
caminamos el camino
perfecto
el de nuestra humanidad.
Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX September 3 2012