Friday, February 18, 2011

Blue Moon

Blue Moon




Posted December 31, 2009


Hoy es el ultimo día del año y tendremos una luna azul.

La luna azul es la segunda luna llena dentro de un mes.

Como he mencionado en mi ritual del solsticio de invierno, la luna va a estar ejerciendo su influencia positiva sobre nosotros, con un poco mas de energía este año. Pero debo añadir que esta influencia positiva es solamente para aquellos que vean la necesidad de cambiar todos aquellos aspectos que controlan y dañan la verdadera personalidad. En otras palabras, sera una batalla para eliminar las necesidades de un ego acrecentado.
Eso significa para mí que este año sera un año donde se verán surgir conflictos basados en las personalidades ocultas y el verdadero ser.

El efecto que tienen los astros sobre nosotros es evidente. El sol nos infunde vitalidad, alegría y amor por la vida. Es por eso que nos sentimos un poco decaídos después de varios días nublados. La luna trabaja con nuestro subconsciente, con nuestros sentimientos y emociones. Su influjo parece aumentar aquellas emociones que ocupan la siquis de la persona cuando la luna se encuentra creciendo. En el momento de la luna llena, esas emociones alcanzan un crescendo y el resultado depende solamente de la negatividad o positivad de la emoción . Para aquellos que son un poco débiles de mente, las lunas llenas les afecta con mucha mas gravedad. Es por eso que la mayoría de los crímenes ocurren en luna llena. El cuento del hombre lobo es solamente una metáfora dedicada a mostrar que la parte “bestial” o animal del ser humano, va creciendo a medida que la luna crece hasta que llega a su momento culminante en donde el ser humano lógico y pensante es echado a un lado para dar paso a los instintos animales.

Entonces, queda claro que la energía lunar en sí no es la causante de ningún mal, sino que eso depende solamente del estado emocional del recipiente de la energía.

A la luz solar, vemos las cosas tal y cual son: dos mas dos es cuatro y punto. En terminos metafísicos, podemos quitar los velos que cubren los ojos y la esencia de las cosas se hace evidente.

A la luz de la luna observamos las cosas a traves de los velos. La luz de la luna es reflejo de la luz del sol. Un paisaje lunar, aunque totalmente mágico en su belleza fantasmagórica, es un paisaje en donde lo que parece ser no es y lo que es no se puede apreciar a simple vista. Es por tanto que decisiones tomadas en base a el reflejo de las cosas, no tendrán tanta seguridad de éxito como aquellas tomadas a la luz plena de la conciencia.

La luna es la reguladora de los ciclos de las mareas entre otras cosas. A mi me interesan más las mareas internas, porque cuando esas mareas ocurren, casi nadie se da cuenta y la tendencia es a culpar lo exterior por sentimientos que se están desarrollando en nuestro interior. Si hay días en que amanecemos malhumorados, impacientes, desganados, acomplejados, días en que todo parece volteado al revés y no sabemos porqué, un momento de reflexión nos puede indicar que todo tiene que ver con nuestros estados emocionales negativos que, como la marea, van creciendo hasta que llegamos a nuestra luna llena, un punto en donde definitivamente tenemos que tomar cartas en el asunto.

Cuando la luna está llena, es el cumplimiento de un ciclo de dos semanas. De la oscuridad total a la belleza de una noche de luna llena. Es un momento en donde nuestra intuición está en su mas alto nivel y tambien un momento en donde las fallas de nuestro character pueden estar mas al descubierto que nunca. No hay mejor noche para salir en una cita que en una noche de luna llena, si deseamos conocer un poco mas acerca de los verdaderos sentimientos de la persona con la que salimos. A partir de este día la luna comienza a decrecer, poco a poco la luz la va abandonando y es un momento importante para deshacernos de cualquier aspecto negativo que nos esté afectando en este momento.

Cuando la luna está oscura, la luna nueva como le decimos, es un momento neutral. Es una puerta abierta al universo, como un hueco por donde asomarse al otro lado de las cosas. Es un momento para reflexionar en nuestras vidas. A partir de este día la luna comienza a tejer, con los hilos dorados que la luz del sol le presta hasta que llega a la luna llena.

Es en el primer día despues de la luna nueva, cuando deberíamos concentrarnos en todo lo que requiera crecimiento: el cabello se corta para que crezca rápido, lo mismo las uñas si lo que se quiere es tener las uñas largas, los agricultures utilizan esta fase de la luna para plantar y, lo más importante, nosotros podemos utilizar este período para efectuar nuestras visualizaciones de aquellas cosas que deseamos ver cumplidas en nuestras vidas. Cuando la luna crece siempre hay un sentimiento de acrecentamiento en el aura.

Si no prestamos atención a estos detalles, estaremos pasando por la vida con estos subes y bajas emocionales que no tienen ninguna explicación y que hacen de nuestras vidas unos pequeños infiernillos.

En cuanto a mí, desde el 21th hasta la fecha, he notado que los días han sido poco usuales. Inclusive atmosféricamente hablando. Días nublados, melancólicos, mucho más fríos que lo normal, días de nieve, poco usuales también. En cuanto a la naturaleza que rodea los días, es un poco misteriosa, fluídica y parece interesada mas que nada en los aspectos internos de mi persona. Uno y otro evento sucediendo en mi vida ahora mismo, solo parecen tener como finalidad presentarme esta imagen de mi misma tal y cual soy, pero de una manera separada de la imagen de mi misma tal y cual pretendo ser. Como si estuviera viendo mi imagen en un espejo y el reflejo realmente me mostrara todas mis fallas y debilidades. Un poco extraño y a la vez atrayente. Creo que todo esto se debe a mi compromiso a cambiar aspectos de mi personalidad que se han entronizado sin mi permiso y que no reflejan quién verdaderamente soy.

Solo espero poder afirmarme en el cumplimiento de mis propósitos. Mientras tanto, estoy haciendo uso de mi espejito, que, hasta ahora, se ha probado muy útil para mostrarme la falacia de ciertas “verdades” que he estado atesorando a lo largo de mi vida.

Que tengan un feliz y próspero año nuevo.
Con amor

La Canelo

Cloudy with a chance of...

Posted, October 6, 2009



Así luce Dallas hoy al mediodía.

Con una gran nube negra posada así como al descuido sobre la esfera azul celeste que hace apenas un par de minutos lucía en todo su esplendor. Una mano grande, oscura, tapando el sol.

La temperatura hoy es pegajosa, sofocante, como un día en el trópico. El cielo amenaza con caerse encima de los que observamos y sentimos este acto como lo que pudiera ser. Solo un reflejo de nuestro estado interior. Transitorio, como todas las cosas de la vida, pero no por eso menos impactante.

Así lucimos a veces. Cuando lo permitimos y dejamos que las condiciones climáticas de nuestra mente nos controlen-descontrolen la vida. Y se puede sentir cómo los elementos comienzan a congregarse alrededor de nuestra cabeza; para alguien visionario, luciría igual a esta nube negra colocada sobre nosotros. Cuando los vientos comienzan a arreciar, se puede decir que la tormenta se avecina. Tal vez en este momento debiéramos (si pudiéramos hacerlo) respirar profundamente un par de veces y retomar dentro nuestro estos vientos que comienzan a tornarse peligrosos.

ah!, pero no! necesitamos que llueva alrededor nuestro; necesitamos los truenos y los rayos, el viento huracanado que se lleve lo que encuentre a su paso, sin importar el esfuerzo que nos ha costado construirlo todo.

Estados mentales grises con fuerte pronóstico de reacciones emocionales agresivas y destructivas.

Y qué queda después de la tormenta?

Destrucción. Y luego la reconstrucción de la vida. En algunos casos, como cuando pasa un tornado, es mejor terminar de derribar y construir algo nuevo, porque la reconstrucción sería muy costosa cuando no imposible.

A diferencia de la Madre Naturaleza, la naturaleza interna del hombre sí le permite controlar sus estados emocionales, especialmente los negativos. Que si es fácil? Nada mas lejos de la verdad. Es difícil, pero no imposible. Y es uno de los triunfos más importantes porque el control de sí mismo es parte fundamental del proceso de crecimiento del ser espiritual.

Primero que todo, se debe estar consciente de que se acerca el momento en donde vamos a perder el control. Debemos poder ver las nubes negras conglomerándose alrededor nuestro.

Como el día de hoy. Debemos poder verlas y debemos poder decir, detrás está el sol. Debo ver su luz. Debemos soplar con fuerza esta nube, echarla a un lado, dejar que navegue fuera de nuestro estado mental hasta que la luz se establezca otra vez dueña y señora de todo nuestro ser.

Luego el cielo volverá a mostrarse en todo su esplendor; las cosas adquirirán un nuevo color y habremos ascendido un peldaño mas en la escalera que nos conduce hacia el Ser Superior.

Ya pasó la lluvia. Pero vendrán más. Yo lo sé.

Tendré que comprarme un paraguas.

Just in case…

La Canelo






Posted, October, 2009

Canelo es uno de mis sobrenombres, aunque solo lo usé cuando vivía en Santiago. Ahora solo soy Sandra, a secas, a veces mis amigas me llaman Madame, en recuerdo a otro sobrenombre que usé cuando me dedicaba a una de las artes mas antiguas del mundo y no es la que se estan imaginando sino al arte de la cartomancia.

He nombrado mi página de la internet con el sobrenombre de Canelo en honor a los gratos recuerdos de momentos importantes en mi vida, trancurridos en Santiago.


De donde viene la Canelo:

Cuando estaba pequeňa, me gustaba y, además, era obligatorio estar todo el día al sol. Por esa razón, mi piel trigueňa comenzó a adquirir una tonalidad muy parecida a la canela. Mi padre, autodidacta, filósofo, libre pensador, excéntrico, místico y absolutamente genuina persona, comenzó a llamarme “Canela”, sobrenombre al que me acomodé con gusto.

Como el pasarse todo el día al sol requiere que una se entretenga con ciertas actividades, pues yo escogí jugar trompo, canicas, subir a los árboles y saltar de rama en rama como un mono enloquecido, irme de cacería con mi biombo metido en el bolsillo trasero de mis raídos pantalones vaqueros, volar mis cometas en los hermosísimos cielos de verano de Santiago y sobre todo, junto con mi hermana Polly, mi amiga Aminta y su hermanito Carlos, irnos de aventureros, casi todo el día, a explorar todo lo que se nos pusiera enfrente y que tuviera que ver con andar al aire libre.

Mi abuela Agustina, matrona, alquimista, sicóloga, bruja, partera, anestesióloga, yerbera y absolutamente experta en arrancarle el pescuezo a una gallina en menos de lo que canta el gallo y en llevarle la contraria a mi padre (lo cual es casi lo mismo), decidió cambiarme el sobrenombre por el más adecuado “Canelo”, dadas mis cualidades poco femeninas, por aquel entonces. Aunque yo me dí cuenta de que el hecho de ser diferente de aquellas “mojigatas femeninas envueltas en su aire de “yonofuí” con la cara empolvada como pescado listo para freir, me hacía más atractiva hacia el sexo opuesto. Quizas serían mis mejillas “coloradas”, llenas de vitalidad y amor a la vida y la naturaleza. Por esta cualidad siempre sonrosada de mis mejillas y boca, Esther, quien trabajaba en la tienda de las Vargas, me llamaba “manzana”. Pero Canelo me gustaba más.

Pues Canelo me quedé.

A consecuencias de todas las variables que conformaron mi niňez y juventud y aňadido el hecho de que yo creo ser un alma que ya ha pasado sus buenos karmas sobre la faz de esta tierra, llevo por dentro el sublime deseo de penetrar tras el velo de la naturaleza y descorrerlo, para poder así entrar en contacto con la Divinidad y hacerme una con ella. Wow!

Poco! Verdad?

Sin embargo, es el camino que nos espera a todos y cada uno de nosotros. No importa cuál sea la ruta que escojamos. Algún día volveremos al Paraíso de donde partimos.

Yo pasé toda mi niňez y juventud en Santiago, un poblado con aspiraciones de ciudad , apacible, elemental, totalmente mágico, que tenía la peculiaridad de paradójicamente proveer experiencias trascendentales a sus habitantes dentro de la total intrascendencia de la vida cotidiana; un pueblo supersticioso, católico a morir, indiscreto, lo suficientemente pequeňo como para conocer las vidas y secretos de cada uno de sus habitantes, cualidad que los santiagueňos llevamos prendida en la solapa con mucho orgullo, junto con una morbosa y peculiar manía de iniciar las conversaciones con el recuento de los más recientes difuntos y de aquellos que están a punto de estirar la pata.

La parte mágica de Santiago fue la que yo viví con mas intensidad.

De pequeňa, obediente a mis mayores, no por mojigatería, sino por precaución a no encontrarme con la “vara de corrección”, como decía mi papá, o sino con “ mema, pásame la correa que le voy a sacar la m… a esta chiquilla desobediente”, como decía mi abuela, pasé gran parte de mi vida dentro de los ritos de la Iglesia Católica.

Católica ferviente, al igual que toda mi familia, compuesta de mi padre, madre, abuela y hermana menor, asistía a misa, cada vez que podía, confesaba mis pecados, comulgaba y no perdía detalle alguno del chismorreo entre los feligreses que abarrotaban la Iglesia por aquel entonces, es decir, casi todo el pueblo.

Como siempre he tenido una mente analítica y un corazón intuitivo, llegó el momento en que una serie de preguntas no estaban obteniendo las respuestas adecuadas a mi entendimiento de las cosas en aquel tiempo.

-Porqué tengo que confesarme tan a menudo?

Porqué los curas tratan de manera tan persistente en hacerme sentir que soy una persona “pecadora”?

Qué es el pecado, a fin de cuentas y quién determina lo que está bien y lo que está mal?

Porqué tengo que aceptar cosas que no comprendo, a título de “artículo de fé?

Etc, etc, etc,.

Pero la tapa del coco, como decimos en Santiago, vino para mí durante las fiestas de la Cuaresma y Semana Santa.

Dentro de la Iglesia había una estatua representando a San Miguel Arcángel, con una lanza en la mano y un pie sobre la criatura mas horripilante y grotesca que ustedes se puedan imaginar. Los que moldearon la estatua se dieron gusto en aňadirle los detalles más aterrorizantes que pudieron encontrar; el aspecto de la cara era feroz, los ojos, rojos y con una expresión genuinamente malévola, el cuerpo enroscado sobre sí y unas alas de murciélago, negras y con unos garfios como puňales en las puntas; los pies, unos cascos de caballo y una cola como una lanza, dispuesta a enterrarse en el cuerpo del que tuviera la desgracia de encontrarse con “esto” en su camino.
Este demonio se encontraba amarrado a una piedra, por un collar de hierro que tenia al cuello.
Yo evitaba pasar enfrente de esta aberrante aparición de los infiernos, pero dentro de mí me sentía un poco segura, aunque no del todo, porque el demonio se encontraba bien amarrado y además, allí estaba San Miguel, para protegernos a todos.

Ahora bien, llegaba el día, creo que el miércoles de ceniza, donde había que ir a la misa a recibir la cruz de ceniza en la frente, lo que daba inicio a los 40 días antes del domingo de Pascuas, que, para el horror mío y de mis compaňeros de catecismos, hermana y amigos de la escuela, cuando pasábamos frente al nicho de San Miguel, el más escalofriante espectáculo se presentaba ante nuestros ojos . En vez de encontrar al diablo encadenado, solo la cadena aparecía en su lugar y hasta puedo asegurar que la faz de San Miguel había cambiado a una cara de poco confiar.

Hay que ver la desfachatez de estos curas en esconder al demonio horrible este y luego decirnos en la misa, que en la noche el diablo se había soltado de sus amarras y “andaba suelto por las calles de Santiago buscando a cuanto incauto se pusiera en su camino para sacarle los ojos, mínimo, sino para llevarse a estos “pecadores” al infierno. Y que no quepa la menor duda que nosotros creiamos al pie de la letra que asi era la cosa.

Que horror! Nosotros los pecadores!

Quién ha dicho que es un pecado meterle un coscorrón a mi hermana cuando comienze a perturbar mi paz interior?
Y cómo voy a hacer para no irme a la calle a lanzarle a mi mamá cuanto improperio pude haber aprendido a tan tierna edad, cuando ella me llene las piernas de verdugones con su “mulero” ( vara pequeňa con dos tiras de cuero con nudos a intervalos, usada para pegarle a los caballos, mulas y a indefensas e inocentes niňas como mi hermana y yo)
Y qué puedo hacer para que mis ojos no representen y mi boca no musite el mundo de maldiciones que la maestra bien se tiene merecido por haberme pegado con la regla en las manos?
Y luego, a la hora de ir a confesarse, el dilema de siempre: porqué todas estas situaciones son consideradas como “pecado” y peor, porqué hay que “pagar” por ello.

Tiene que haber una solución a este problema, porque yo absolutamente creo que no he nacido con ningún pecado y jamás de los jamases pienso poner un pie en el infierno.

Así que mi única alternativa fue la de comenzar a tratar de entender en donde radica el bien y el mal, o sea, cuál es la raíz verdadera de todos los males y dónde estoy yo parada en relación a Dios y el Universo.

Y fue así como se inició mi labor de investigadora en el mundo espiritual, labor que todavía continúa hasta el día de hoy.
En cuanto a otros aspectos de mi persona, les diré que me encanta escribir poesías, me fascina la música, especialmente la música electrónica tipo new age, me gusta cocinar y creo que lo hago respetablemente bien, no soy muy modesta en cuanto a reconocer las cualidades que me adornan, y a santo de qué habría de serlo?  Además, detesto las etiquetas.

Debido a que ha pasado la mayor parte de mi vida en una búsqueda espiritual, estudiando las grandes religiones, las chiquitas tambien, estudiando sistemas filosóficos, trabajos de grandes Iniciados, a final de cuentas encontré un sistema que resonó dentro de mí como el más adecuado a los fines y propósitos a los cuales he estado dedicando prácticamente mi vida entera y es a través de este maravilloso sistema mejor conocido como La Kábala, que he podido realizar una verdad tan sencilla y a la vez tan absolutamente maravillosa, pero que condensa todos mis aňos de estudio: “El reino de Dios está dentro de nosotros”.

Y una vez que esa verdad se asentó en mi corazón, mi entendimiento del Universo comenzó a cambiar y a mostrárseme poco a poco en todo su esplendor, aunque tengo que admitir que la venda no ha caído de mis ojos en su totalitad.

El camino es largo y yo apenas estoy en el umbral, pero a lo largo de el camino he aprendido muchas cosas y ese es el motivo principal por el que he decidido comenzar este blog, para comenzar a compartir mi visión del Universo, aparte de que he descubierto que cuando escribo tambien aprendo.