Saturday, November 30, 2013

Poema No. 110

 
 

 
 
Ir y venir
el ritmo intransigente de la vida
como una brida acomodada en el hocico
de un caballo presto a desbocarse 
 
Ir
hacia donde el horizonte nos indique
hacia donde las palmas de las manos profeticen
 hacia el sol
solo hacia el sol
convertidos
 en pájaros errantes
cometas en soltura
despojados de toda vestidura
sabiduría del inocente
o con todas las máscaras puestas
 una tras otra
como necios que somos
a veces detenidos
en el reflejo de un instante
o en los pequeños resquicios
que el viento ha esculpido en las rocas 
 
ir
 sin ton ni son
zigzagueantes, tambaleantes
cabizbajos o todo lo contrario
entre la muchedumbre o solos
arrastrando las cadenas de la incertidumbre
los cuerpos muertos y las pequeñas triquiñuelas de la vida 
 
ir
 con pies de plomo y corazón de verdugo
o livianos, simples
con las manos vacías
y sonrisas 
 
ir
como una ola se va, se pierde, se desliza
una ola pequeña o gigantesca
es el mar quien decide
o tal vez será el viento? 
 
ir
           sin aliento y sin zapatos, sin mapa
 sin fe, sin condiciones
sobre mármol, piedra, cuento
canción de cuna
reverbero
entre los afilados colmillos de la fiera
o con un ángel destornillándose de risa
como fiel compañero, ir sin prisa
 con el pecho abierto
como un templario, como un ave maría
abriendo paso entre la herrumbre
 que el tiempo ha construido
con nubes negras, huracán, tormenta
relámpagos atormentando el cielo límpido
en un           
                                                            abrir y cerrar de ojos 
 
ir
 sin enojos y sin expectativas
ante los parapetos de la vida 
 
ir
 hacia el sol
siempre hacia el sol 
 
 
Venir
bajo el ala del cuervo
 en profecías o en mitos
frente a frente con cada quien
o amalgamados
envueltos en el caos, el desorden
como crisálida, rayo de luz, un garabato
cayendo, tropezando, aún sin nombre
deslizándonos por la espiral absurd
 de un sueño contenido
no se sabe si en piel de mono o de carnero
desnudos, mudos, ciegos, sordos, taciturnos
complementados con el azul aciago
y el rojo atormentado del suplicio 
 
Venir
 vencidos, convencidos, paridos, perdonados
agarrados de la mano con las ironías de  la vida
tarde o temprano, pero siempre venir
jugando al escondite con el titiritero
con las tijeras en la mano
y sonrisas. 
 
Venir
como las olas vienen y llegan, se deslizan
una ola pequeña o gigantesca
es cuestión de Júpiter o Mercurio
o tal vez será el Gato con Botas?
 
Venir
de los campos de fuego y necedades
recriminaciones e ideales
donde las palabras se siembran una a una
y la singularidad
brota en ramilletes púrpuras
 e intrínsecos bajorrelieves 
 
Venir
 con la lluvia y con la nieve
como alumno, maestro, fantasma, poesía
en los huecos negros de las terribles pesadillas
en silla de oro  y cedro santiguado del Líbano
rápidos, sedientos, antiguos, torturados
complementados con lunas en celo
y piedras estelares 
 
Venir
a vuelo de pájaro
 a paso firme o destemplado 
 
no hay marcha atrás, es imposible
solo seguir
seguir
seguir
 ir y venir, ir y venir
pero del sol
y siempre
hacia el sol.
 
 
 
La Canelo
Dalla, TX 11.30.13