En un principio era el Verbo
Creador y
ejecutor.
Absoluto
soberano de
letras en su puño
recogidas.
Un sonido
de aguas se destila
entre la
vastedad de sombras
Sedoso,
abre un
camino:
La vía
donde
todo se congrega.
Gota a gota
se vierte el sueño en su propio
ensueño, se
envuelve
entre
vueltas y virajes, en su manto
de
estrellas.
Surge la
Voz
no hay nadie para oírle.
Calla la
Voz, se sume
en un
pozo sin fondo
en esa
oscuridad espera
todo oídos.
Se abre la
puerta
una rendija
apenas .
Se desliza una
gota
cae con un
sonido de aguas
sobre la
esfera.
Vibra la
soledad en esa oscuridad.
Vibra la Voz .
Del filamento de luz que le compone
surge una
estrella
alumbra el
infinito, la primera
no hay nadie para verle.
Vuelve la
tersa oscuridad
el sueño
continúa, mas sin embargo
un algo
cuelga en el vacío
una oquedad húmeda y palpitante
cueva de humo y parapetos resonantes
cubierta de
frases y palabras pensadas
nunca
escritas
el monstruo dormita en su centro
espera su
momento.
Espera su
momento.
A la hora
convenida
ante el signo dueño y señor
del
planisferio
de la concavidad establecida
surge la
Voz.
El círculo
reinante es un espejo
refleja la idea preconcebida
en su negro
agujero.
El leviatán
despierta
la Voz grita
“Hágase la
Luz”.
Poema de Sandra Collazos McPherson
Dallas, TX February 27th, 2013