Ir y venir
el ritmo intransigente de la vida
como una brida acomodada en el hocico
de un caballo presto a desbocarse
Ir
hacia donde el horizonte nos indique
hacia donde las palmas de las manos profeticen
hacia el sol
solo hacia el sol
convertidos
en pájaros
errantes
cometas en soltura
despojados de toda vestidura
sabiduría del inocente
o con todas las máscaras puestas
una tras otra
como necios que somos
a veces detenidos
en el reflejo de un instante
o en los pequeños resquicios
que el viento ha esculpido en las rocas
ir
sin ton ni son
zigzagueantes, tambaleantes
cabizbajos o todo lo contrario
entre la muchedumbre o solos
arrastrando las cadenas de la incertidumbre
los cuerpos muertos y las pequeñas triquiñuelas de la
vida
ir
con pies de
plomo y corazón de verdugo
o livianos, simples
con las manos vacías
y sonrisas
ir
como una ola se va, se pierde, se desliza
una ola pequeña o gigantesca
es el mar quien decide
o tal vez será el viento?
ir
sin aliento y sin zapatos, sin mapa
sin fe, sin
condiciones
sobre mármol, piedra, cuento
canción de cuna
reverbero
entre los afilados colmillos de la fiera
o con un ángel destornillándose de risa
como fiel compañero, ir sin prisa
con el pecho
abierto
como un templario, como un ave maría
abriendo paso entre la herrumbre
que el tiempo
ha construido
con nubes negras, huracán, tormenta
relámpagos atormentando el cielo límpido
en un
abrir y cerrar de ojos
ir
sin enojos y
sin expectativas
ante los parapetos de la vida
ir
hacia el sol
siempre hacia el sol
Venir
bajo el ala del cuervo
en profecías o
en mitos
frente a frente con cada quien
o amalgamados
envueltos en el caos, el desorden
como crisálida, rayo de luz, un garabato
cayendo, tropezando, aún sin nombre
deslizándonos por la espiral absurd
de un sueño
contenido
no se sabe si en piel de mono o de carnero
desnudos, mudos, ciegos, sordos, taciturnos
complementados con el azul aciago
y el rojo atormentado del suplicio
Venir
vencidos,
convencidos, paridos, perdonados
agarrados de la mano con las ironías de la vida
tarde o temprano, pero siempre venir
jugando al escondite con el titiritero
con las tijeras en la mano
y sonrisas.
Venir
como las olas vienen y llegan, se deslizan
una ola pequeña o gigantesca
es cuestión de Júpiter o Mercurio
o tal vez será el Gato con Botas?
Venir
de los campos de fuego y necedades
recriminaciones e ideales
donde las palabras se siembran una a una
y la singularidad
brota en ramilletes púrpuras
e intrínsecos
bajorrelieves
Venir
con la lluvia y
con la nieve
como alumno, maestro, fantasma, poesía
en los huecos negros de las terribles pesadillas
en silla de oro
y cedro santiguado del Líbano
rápidos, sedientos, antiguos, torturados
complementados con lunas en celo
y piedras estelares
Venir
a vuelo de pájaro
a paso firme o destemplado
no hay marcha atrás, es imposible
solo seguir
seguir
seguir
ir y venir, ir
y venir
pero del sol
y siempre
hacia el sol.
La Canelo
Dalla, TX 11.30.13