Dedicado con cariño a mi amigo Alexis Sánchez
Aquí
en las calles
no hay olores.
Olores entremezclados
unos almizcleños
otros perfumados
olores sudorosos con su cargamento
de sazón y sucio
sobacos, entrepiernas expuestos
al calor humeante de las avenidas.
Aquí
en las calles
no hay olor a incienso
frente a los almacenes de los hindostanes
ni olor a pan recién horneado
en la panadería de los españoles
no hay esos olores
ni hay el roce de los cuerpos
en las calles, los tropezones
de los cuerpos
cálidos, añejos, infantiles.
No hay escupitajos en las aceras
ni olor de orine en las esquinas
de las cantinas
ni en los zaguanes.
Aquí no hay zaguanes.
No hay olores estancados
ni charcos de agua sucia donde mirar el sol.
Aquí nadie se ensucia los zapatos
con mierda de perro
porque no hay perros callejeros.
No hay moscas sobre los tinacos de basura
no hay tinacos de basura
no hay la tiendita del chino
con su respectivo chino en chancleta
y camiseta
sentado en su taburete típico.
No hay el bullicio de las calles
la pitadera de los carros
no se escuchan imprecaciones
ni piropos callejeros
no hay la cachetada bien merecida
ni el guiño de ojo
no hay miradas que se cruzan
de carro a carro
ni sonrisas de complicidad.
Nadie hace gestos obscenos con los dedos.
No hay caderas cadenciosas
envueltas en pantalones ajustados
contoneándose por las avenidas.
No hay buhoneros
ni vendedores callejeros.
No hay puestos de fritanga con sus almojábanos
(aqui nadie sabe qué es un almojábano)
tortillas, hojaldres, empanadas, carne frita
calentándose
bajo un bombillo de 40 watts.
No hay agua de pipa
ni carritos de chicheme ni raspao.
No hay billeteras alineadas a la sombra
de los almacenes
ni nadie recostado indolentemente
a las paredes de los edificios
con un palillo entre los dientes
viendo gente pasar
porque no hay nadie pasando.
No hay nadie que te arranque la cartera
de un manotazo.
No hay procesiones
mitines políticos ni desfile de carnaval.
No hay sonrisas.
No hay indios kunas
no hay la alegría del encuentro callejero
no hay chismes, cotorreo, los vidajenas
hablando de la gente conocida
porque no hay gente conocida.
No hay puestos de mercado en los semáforos
ni nadie que te limpie el vidrio del carro.
No hay nadie pa' mandar pa'l carajo
ni nadie que te "miente" la madre
no hay policías pidiendo coimas.
no hay huecos en las calles
donde joder la trasmisión
no hay nadie que te lave el carro
le dé "compón"
ni te diga "bien cuidao"
en los estacionamientos.
No hay buses con nombre de mujeres
con su decoración carnestoléndica
y gente saliéndose por las ventanas.
No hay chiva parrandera
no hay los viejos jugando dominó
en las pequeñas plazas bajo los arboles.
No hay almacenes exhibiendo la mercancía
al calor del sol y al ritmo estridente
de gigantescas bocinas
que te ensordecen al pasar.
No hay el chino, el chombo, el gringo, el cholo
el mestizo,el hindostán, el rabiblanco
fusionados en una sola amalgama multicolor
moviéndose al unísono
burbuja tornasol
exudando humanidad por todos los poros
bañando las calles con ese aroma de pueblo
energético y revitalizante
etnicidad polarizada en un solo concepto
gente, gente
y sobre todo
gente…
No, aqui no hay
nada de eso.
Aquí
solo hay
concreto
vidrio
cromo
cuero
calefacción
aire acondicionado
desodorante ambiental
y distancia.
La Canelo
Dallas TX, November 4th, 2014