Me amaneció el amor
colgado de la luna
balanceando su cuerpo
de flores perfumadas
y agua mansa
con su vaivén inmaculado
y su fresca sonrisa
llegó cuando los sueños
me retenían el alma
el cuerpo reposaba tranquilo
y aún yo no existía.
Y se me vino encima
como una ola tempranera
me ha bañado las costas aún dormidas
con su abrazo de espuma
lo fue llenando todo
sin aviso
así
tan de repente
que se me desbordó la fuente los surtidores todos
los ríos que me cruzan lado a lado
todo lo fue llenando
todo.
Yo
aún dormida
dividida
reposaba tranquila sobre sábanas blancas
cabalgaba un corcel de viento sobre praderas locas
arropando a mi paso las llanuras
con los hilos de plata de mis cabellos sueltos
mas tuve que volver
ante el llamado perentorio
de mis pupilas anegadas
poco a poco se me fueron abriendo las compuertas
del alma que amanece a un nuevo día
abrí los ojos
te vi
allí
a mi lado
reposando tranquilo sobre sábanas blancas
cabalgando quien sabe por qué mares lejanos
y se me desbordaron las pupilas
y nos hicimos un océano
entonces extendí la mano
para correr la cortina de esta vida cotidiana
para comenzar el día
como todos los días.
Poema de Sandra Collazos McPherson